Las naves industriales son una necesidad en nuestro campo de trabajo, una forma de asegurarse un espacio en donde convivan las áreas que conforman el proyecto que estamos construyendo. Tener la estructura ideal es muy importante para el buen desarrollo de estos planes, es por ello que antes de comenzar necesitamos evaluar por cuál de los tipos que existen nos vamos a decidir para que satisfagan nuestros requerimientos.
Es por ello que aquí te presentamos cuántas naves distintas existen y cuáles son las ventajas que te ofrece cada una:
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Naves de hormigón in situ
Son las más económicas, pero también las que han caído más en desuso por sus problemas de iluminación y el largo tiempo que lleva completarlas. Además del aspecto monetario, la única ventaja adicional que tiene es la facilidad para añadirle varias subestructuras.
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Naves de hormigón prefabricado
Su mayor desventaja es la altura que pueden alcanzar, lo cual trae muchas dificultades de iluminación. Lo mejor que ofrecen es que por el tipo de material son las más fáciles de armar ya que sólo se tienen que unir las distintas partes que lo conforman.
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Naves con estructura de acero
Este tipo de naves permiten una construcción muy rápida y de gran tamaño, y por el tipo de estructura se pueden conseguir techos bastante altos, lo que resulta en una gran iluminación para todo el inmueble sin necesidad de colocar pilares que lo sostengan.
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Naves mixtas
Por la combinación de materiales, este tipo de inmuebles dan ventajas sobre los otros al poder realizar un pretensado en el hormigón y postensado en los cables y vigas de acero, lo que le da un mejor desempeño en lo general además de resultar menos costoso. Además se pueden realizar diferentes tipos de geometrías en la estructura, lo que la hace muy versátil.
Además de esto, cada estructura se puede adecuar a las necesidades de tu proyecto. Si necesitas saber más detalles sobre ellas, no dudes en consultar con nosotros mandando un correo a contacto@amasvmexico.com.